Boletín Fitosanitario nº 10 de la Junta de Extremadura

CEREZOS

MOSCA DE LA CEREZA (Rhagoletis cerasi) (“Gusano de la cereza”)

Se recomienda que comiencen ya los tratamientos contra esta plaga. Las aplicaciones hay que realizarlas en base al vuelo y no a la madurez de la fruta. Este año el vuelo está siendo precoz, por lo que si se trata “como siempre”, puede haber daños si nos fiamos de las fechas o el color de la fruta.

La dinámica de vuelo de unas campañas a otras es variable, por eso es tan importante medir el vuelo con trampas eficaces que permitan posicionar bien los tratamientos.

El inicio del ataque pasa desapercibido porque los huevos no se ven a simple vista, la hembra los introduce dentro de la cereza. La larva pasará dentro del fruto 3-4 semanas hasta que los daños son visibles: presencia de gusanos u orificios de salida de los mismos.

Se ha comprobado que la fruta sobremadura (cosechas abandonadas) también es receptiva a la puesta y permite que la plaga complete su ciclo y se incremente el riesgo del año siguiente.

Hay que vigilar especialmente aquellas parcelas donde la campaña pasada no se cosechó toda la fruta, además de los huertos próximos a parcelas abandonadas o no tratadas y/o próximos a cauces de agua.

Actualmente los daños suelen ser más frecuente en zonas y variedades tempranas, en los que los daños aún no son evidentes cuando se recogen, pero que si están afectadas. Si esta cosecha se raja, y se abandona en campo, la campaña siguiente podrá haber daños aunque no se hayan detectado síntomas aún.

Los tratamientos contra esta plaga pueden ser:

  • Tipo cebo, que actúan solo sobre los adultos y se recomienda para parcelas que habitualmente no tienen problemas
  • Generalizados a todo el cerezo con un insecticida sistémico, que además actuar sobre adultos, también lo hacen sobre las cerezas ya “picadas” (huevos y larvas). Estos se recomiendan en parcelas que ya han observado daños, o donde el nivel de inicial de capturas es alto (2c/t).

Las aplicaciones tipo cebo, consisten en pulverizar la mezcla del insecticida con una proteína hidrolizada. Para que sean eficaces, las aplicaciones deben comenzar al inicio del vuelo y mantenerse hasta que éste finalice o termine la recolección de la parcela.

El cebo debe repetirse cada 7 días. Durante los periodos lluviosos las capturas no se anulan, por lo que no hay que dejar de tratar por miedo a que se lave el cebo. En un trabajo se comprobó el buen efecto del cebo aplicado durante un periodo lluvioso, incluso aunque la vegetación estaba mojada durante el tratamiento. Si no se renueva el cebo, la mosca se verá más atraída por la fruta que por el cebo “viejo” y la fruta se picará.

Cuanto mayor sea la superficie tratada, mejor será el efecto del tratamiento. Para asegurar un buen control, debe cebarse la parcela completa. Este aspecto es fundamental si en los huertos colindantes no se tratan bien o hay fincas abandonadas o descuidadas en su entorno.

Es un error no cebar las variedades tempranas, porque aunque en ellas los daños no sean evidentes, porque se recolectan antes de que el gusano finalice su ciclo dentro de la cereza, si pueden verse atacadas.

El tratamiento cebo se aplicará sobre:

  • La copa del árbol, ramas de la vegetación orientadas a “saliente” y “poniente” y el tronco del cerezo
  • Los puntos de cebo no se alejarán más de unos 8m de distancia
  • También se cebarán otras zonas improductivas de la parcela (paredes de bancales, “horcos” de sujeción de cosecha, cerezos recolectados, árboles improductivos, otros frutales próximos…)
  • Se reforzarán las lindes con fincas abandonadas o donde se descuidan los tratamientos contra esta plaga (cerezos, paredes…).
  • El caldo recomendado para los tratamientos cebos es de 8 litros (1/2mochila/1.000m2)

Cuando se aproxime la recolección de una variedad, cesaran los tratamientos a la copa del árbol, manteniendo los del tronco y otras zonas improductivas (paredes, “horcos”, trapos…). Las copas se volverán a tratar después de su cosecha. Este aspecto es fundamental para no dejar zonas desprotegida (sin cebar) dentro de la parcela que puedan servir de refugio a la plaga.

El momento óptimo de aplicar los tratamientos generalizados a todo el árbol se fija en función de la evolución del vuelo. Consulte a su técnico cuando aplicar porque puede ser variable según el producto utilizado. En este tipo de aplicaciones el volumen de caldo debe ser alto para que se moje bien el fruto (Volumen de caldo recomendado: 800-1.000 l/ha según tamaño de los árboles).

Se recuerda que esta campaña ya no puede emplearse tiacloprid por haberse retirado del mercado el año pasado.

Tampoco se puede utilizar tiametoxan o imidacloprid ya retirados anteriormente.

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